Soñé que me susurraban,
escuché música celestial,
percibí que me enviaban,
un alegre poema musical.
Eran querubines traviesos,
con ganas de celebrar,
la inspiración de su alma,
con un tono angelical.
Y al compás de una guitarra,
y como fondo la mar,
escuche cánticos de gloria,
bellas estrofas para soñar.
…y un guiño desde una nube,
lanzándome estaban ya.
Poeta con alas al viento,
descifra sus mensajes al azar,
lee en sus sentimientos,
El camino, el amor, la verdad.
Y quise abrir suavemente mis ojos,
y me puse a imaginar,
que los ángeles y los poetas,
componían sin cesar.
Que estaban entrelazados,
entre el cielo y más allá del mar,
y que su melodía sonaba muy alta,
para así poder crear.
Componían un mensaje conjunto,
lleno de amor y de paz,
brillaban en este planeta,
fulminando así la oscuridad.
Vosotros, amigos poetas,
vuestras palabras debéis alzar,
sin miedo a la fuerza del viento,
ni al rugido del mar.
Rosa Maria Vargas
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