a la orilla del camino,
alivio del peregrino
en el rigor del verano,
igual trono soberano
que refugio de mendigo.
Desconocedor de razas
le es igual blanco que negro,
la misma sombra da al lego
que a su Santidad el Papa,
igual protege a la urraca
que al ruiseñor o al jilguero.
De silenciosa carrera
camino del firmamento
solo se oye su lamento
cuando el viento lo golpea,
sólo se humilla y doblega
ante la fuerza del viento.
Coleccionista de tiempo,
mudo testigo en la vida
de promesas inclumplidas
que se esfuman en el viento,
de vanales juramentos
o de carnales orgías.
Auditorio de conciertos
de trinos primaverales
y juguetes otoñales
son sus hojas para el viento,
y agenda de sentimientos
de enamorados chavales.
Ese árbol solitario
hijo del sol y del viento,
no lo quiero ver herido
ni mucho menos caido,
que siga con su silencio.
Nicanor López
M'agrada aquest arbre tan intercultural, no fa diferències de cap mena, per ell tothom és igual...
ResponEliminaI no es deixa doblegar per res, només la força del vent sembla tenir-ne permís...
Jo també vull que visqui molts anys, potser algun dia em podré arraulir sota la seva ombra...
És un arbre molt acollidor, segur que asseguda a la seva ombra si deu estar molt bé. Sentint piulejar els ocells i amb oreig del vent acaronant-lo. Ara que venen vacances podrem fer-ho!
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